Si tuviera que describir mi experiencia con LUA en una sola palabra esa sería “Plenitud”, en todo el sentido de la palabra:
Para comenzar, estuve plena y consciente de cada decisión que tomé, gracias a su acompañamiento y por supuesto a toda la sabiduría que con amor y dedicación compartieron para brindar total soberanía sobre mi cuerpo. También disfruté cada momento de la gestación, ya que, fueron una guía durante esta gran metamorfosis, así que no me sentí abrumada ante tantos cambios, al contrario los admire a cada uno de ellos.
Al gran evento del parto llegue tranquila, segura de mi y nuestra bebé, por todo el camino recorrido con Amapola y Paloma logré entregarme absolutamente a esa sabiduría mamífera, irracional pero supremamente intuitiva, la cual me dio toda la voluntad y fuerza de surfear cada momento de intenso dolor, asumiéndolo con mucho amor y paciencia; de igual manera agradeciendo y aprovechando los momentos de descanso entre cada contracción. Así que por supuesto fue absoluta plenitud en cada célula de mi cuerpo habitando el momento presente.
Y por último durante el posparto tuvimos toda la contención y cuidados de LUA para estar en total recogimiento para tomar fuerzas y proteger este momento tan frágil y emocionante. Para nuestra familia, parir en casa ha sido la oportunidad de encontrar un entorno seguro, digno e íntimo, en otras palabras un lugar realmente humano. Esta fue desde el inicio la mejor decisión que tomamos para el bienestar de nuestra hija y de nosotros.
Ese día fuimos protagonistas de este gran evento, el más importante de nuestras vidas pues estuvo repleto de felicidad, abundancia y armonía. Este día logramos conectarnos profundamente con nosotros mismos, con nuestras fortalezas y debilidades y así aprender de ellas para el camino a seguir, que es dar lo mejor de cada uno a este hermoso ser que comienza a vivir y entender el mundo.
El acompañamiento de una partera es mucho más que la mera praxis, no es solo el fin del alumbramiento, en realidad, una partera está en todo el proceso de profundo cambio por el cual una familia pasa, al decidir traer una vida al mundo. Es más, no solo está presente en este camino, también es una guía, una luz, un ser sanador, que en mi opinión ayuda a reconectar con el poder ancestral de crear vida, que habita en el ADN de cada mujer, por ende también conectar con el poder de enseñar y ser guía, con empatía, paciencia y muchísimo amor. La labor de una partera está ligada a dar comienzos sanos, a brindar cimientos para el resto del camino.
Por eso estamos completamente agradecidos y admirados por esta labor llena de fuerza y amor que realmente transforma pequeñas realidades y a su vez transforma el mundo en un lugar mucho mejor.
Laura Baratto, Sebastian & Ainara
Parto en casa Bogotá
Agosto 2021