Relato parto en casa Paola & Gabriela

Nuestra historia inicia el día en que después de ver un documental sobre parto respetado nos dimos cuenta que en nuestro primer embarazo el parto no había sido tan grandioso como nosotros creíamos y que yo como muchas mujeres también había sido víctima de violencia obstétrica con cesárea incluida y de la cual no fue fácil recuperarme tanto física como emocionalmente.

Después de 5 años, decidimos que era hora de darle a nuestras vidas la oportunidad de esta bella experiencia de ser padres por segunda vez, pero en esta ocasión con más información, seguros de que queríamos una experiencia que nos permitiera resignificar y sanar la vivida anteriormente, habíamos visto a cerca doulas, parto en casa pero aún no sabíamos a quién confiarle este bello momento, queríamos un acompañamiento con doula pero la misión era encontrar quien nos diera la suficiente confianza, empezamos a buscar diferentes espacios informativos que nos mostraran varias opciones.

En este buscar llegaron las chicas de LUA quienes desde el primer momento estuvieron muy abiertas a aclarar todas nuestras dudas, pero lo mejor y por lo cual tomamos la decisión fue que nos permitieron iniciar en un programa de acompañamiento, con la opción que después de participar de todo el proceso de formación pudiéramos decidir si queríamos tener un parto en casa o no, fue así como inicio esta bella experiencia.

Iniciamos este acompañamiento desde la semana 20 de gestación, participamos de cada una de las actividades y los espacios educativos en donde al pasar cada uno de estos nos íbamos empoderando más y más de como queríamos que fuera la llegada de esta nueva integrante de la familia, yo desde el principio quería que mi parto fuera en casa pero mi esposo no estaba muy seguro, tenía mucho temor de lo que pudiera llegar a pasar, lo consultamos con nuestra ginecóloga y ella nos dijo que ambos debíamos estar muy seguros de querer el parto en casa porque era un trabajo entre los dos y si alguno tenía dudas no sería una buena opción, para ese momento ya teníamos todo planeado para ir a parir en la clínica con el acompañamiento de nuestra doula, corría la semana 32 y un día durante un control prenatal le preguntamos a nuestra ginecóloga que si por alguna razón ella no podía estar en el parto quien estaría con nosotros y su respuesta fue el ginecólogo de turno, esto no nos daba la misma seguridad porque era estar en manos de alguien que no nos conocía ni sabía al detalle el recorrido de nuestro embarazo; transcurrieron un par de semanas más e iniciaron los talleres de formación con LUA y fue así como después de una de las jornadas educativas mi esposo me dijo: ¿quiénes han estado acompañando nuestra gestación?, ¿quiénes nos conocen no solo como un embarazo más si no que saben quiénes somos como personas, como familia? yo le dije: LUA, él me dijo ¿entonces quiénes son las que deberían recibir a nuestra bebé? no lo pensemos más nuestro parto será en casa; de esta manera y casi sobre la semana 35 tomamos la decisión de tener la experiencia más maravillosa de nuestras vidas.

Es así como llegamos a la semana 39, empoderados y preparados para recibir a nuestra bebé en casa, teníamos todo preparado de acuerdo a la instrucciones de nuestras parteras, no sabíamos que iba a pasar pero las chicas de LUA nos inspiraban tanta confianza y seguridad que no teníamos nada más que pensar, iniciamos el llamado de parto con las indicaciones de ellas el cual dio como resultado el inicio del trabajo de parto; de este proceso solo puedo decir que es bastante intenso pero ellas tienen un don maravilloso que es la paciencia, guiaron todo el proceso con cada una de las técnicas que habíamos aprendido y que para ese momento las había olvidado todas, sugerían diferentes posiciones, escuchábamos música, esencias y acupuntura para el dolor, agua para la sed, todos me animaban a no rendirme a pesar del cansancio pero lo mejor de todo, estaba en mi casa, en compañía de quienes queríamos que fueran parte de este momento, estábamos en la privacidad de nuestro hogar y después de 10 horas nuestra bebe llego a nuestros brazos.

Esta experiencia nos dejó un posparto maravilloso con el cual pude resignificar y sanar la herida de mi primer parto, una conexión espectacular con mi esposo y para mi hija una historia que contarle a su hermanita cuando crezca, en este momento aún no hemos decidido si queremos o no tener más hijos pero de algo de lo que si estamos seguros es que si hay un próximo será un parto fisiológico en casa con el acompañamiento de las mejores: LUA.

Paola, Cesar & Gabriela

Parto en casa Bogotá
Mayo 2022